MULTISERVICIO RURAL DEL MARTIN
Somos muchos los que teníamos ganas de que cambiara esta situación, no hace mucho tiempo, me remito a cuando mi madre llevaba el anterior bar y después, con el nuevo, el ambiente del mismo era bien distinto. Poco a poco han ido perdiéndose los clientes, y quizás los que más pena me dan son los mayores, que desde hace un tiempo ya ni salen a jugar su tradicional partida de guiñote. El restaurante no ha vuelto a funcionar, y doy fe de que no sólo estaba lleno por la gente que venía a trabajar de la central, ya que estos venían principalmente a la hora de la comida entre semana, pero todos los viernes y sábados por la noche el comedor se llenaba. Todos los fines de semana, venía gente a comer y cenar desde Alcañiz, Caspe, Chiprana, Maella, siempre había una o varias mesas de Samper…
Antes de que estuvieran hechas las actuales instalaciones y la central ya se daban cenas y comidas, con una cocina que prefiero no recordar. Lo que demuestra que basta con que haya voluntad de trabajo y por supuesto también hay que dar una comida que haga que la gente repita. Sé de buena tinta que el trabajo de la hostelería es complicado y no todo el mundo está dispuesto a dar la talla.
Ahora resulta difícil ver que venga nadie. No me parece oportuno ahondar en las causas que han hecho que todo esto sucediera. Lo que sí es cierto es que parece que el tiempo no nos muestre cual es el problema, ya que a mi juicio esta retahila de condiciones que se pretenden poner a la gente que coja ahora el bar, no hacen más que crear más dificultades, sobre todo el tema de “las faltas” no sé si se podrá hacer que alguien pague esas cantidades, sobre todo si pensamos que en el pasado no se hicieron frente a otros pagos que posteriormente hubo que cubrir desde el Ayuntamiento para mantener el servicio, ¿ONG o Ayuntamiento? decía el tio Valero.
En fin lo cierto es que sólo hay que salir al bar y oír todo tipo de comentarios. No me parece que la manera más oportuna de encontrar gente para que saque un buen partido a estas instalaciones sea sacándolo a puja pública, ya que a pesar de que se pongan algunas condiciones para poder optar a este servicio, está más que visto que esto no garantiza una buena gestión, a la experiencia me remito. De pronto se me ocurre, que por ejemplo que se podría entrar en contacto con alguna escuela de hostelería y tratar de ponerlo a disposición de gente joven formada para esto y con ganas de empezar un negocio, con ayudas si hace falta…
Si hay que ser una ONG, que tenga algo de sentido, y no se derroche dinero con el primero que pase por ahí. Hay que ir a buscar gente y no esperar que venga alguien a solucionarnos la papeleta. Esto es solo un ejemplo, pero hay muchos más. El bar-restaurante de Castelnou parece ser un negocio destinado a una familia, y resulta evidente que si se tiene que contratar a mucha gente, como decía el tio Valero, "la vaca no da para tanto".
Por eso otra opción, quizás no la más aconsejable, sea que la corporación contratase a personal directamente y garantice unos horarios y sueldos, aunque fuera de forma temporal, garantizaría, claro está con la debida supervisión, el correcto funcionamiento.
Aun así, quiero ser optimista, y desear la mejor suerte a las personas que comiencen esta nueva etapa. Quiero pensar que pudiera sonar la flauta y alguien con ganas de trabajar y un poco de don de gentes pudiera hacerse con este contrato en esta ocasión. Ya que no lo he dicho antes, pero el bar de Castelnou siempre ha sido un sitio de vital importancia para todos los que allí han vivido, y cuando el bar funciona el pueblo parece otra cosa.
Respecto al carácter de cuantos hemos pasado por detrás de la barra del bar de Castelnou hay muchas historias. Ha habido varios bares, sin ir más lejos éste se construyó en lo que anteriormente era el Tele-Club de Castelnou.
Todo esto y mucho más será objeto de una ficha temática que pronto podrás ver en Castelnou.log
Somos muchos los que teníamos ganas de que cambiara esta situación, no hace mucho tiempo, me remito a cuando mi madre llevaba el anterior bar y después, con el nuevo, el ambiente del mismo era bien distinto. Poco a poco han ido perdiéndose los clientes, y quizás los que más pena me dan son los mayores, que desde hace un tiempo ya ni salen a jugar su tradicional partida de guiñote. El restaurante no ha vuelto a funcionar, y doy fe de que no sólo estaba lleno por la gente que venía a trabajar de la central, ya que estos venían principalmente a la hora de la comida entre semana, pero todos los viernes y sábados por la noche el comedor se llenaba. Todos los fines de semana, venía gente a comer y cenar desde Alcañiz, Caspe, Chiprana, Maella, siempre había una o varias mesas de Samper…Antes de que estuvieran hechas las actuales instalaciones y la central ya se daban cenas y comidas, con una cocina que prefiero no recordar. Lo que demuestra que basta con que haya voluntad de trabajo y por supuesto también hay que dar una comida que haga que la gente repita. Sé de buena tinta que el trabajo de la hostelería es complicado y no todo el mundo está dispuesto a dar la talla.
Ahora resulta difícil ver que venga nadie. No me parece oportuno ahondar en las causas que han hecho que todo esto sucediera. Lo que sí es cierto es que parece que el tiempo no nos muestre cual es el problema, ya que a mi juicio esta retahila de condiciones que se pretenden poner a la gente que coja ahora el bar, no hacen más que crear más dificultades, sobre todo el tema de “las faltas” no sé si se podrá hacer que alguien pague esas cantidades, sobre todo si pensamos que en el pasado no se hicieron frente a otros pagos que posteriormente hubo que cubrir desde el Ayuntamiento para mantener el servicio, ¿ONG o Ayuntamiento? decía el tio Valero.
En fin lo cierto es que sólo hay que salir al bar y oír todo tipo de comentarios. No me parece que la manera más oportuna de encontrar gente para que saque un buen partido a estas instalaciones sea sacándolo a puja pública, ya que a pesar de que se pongan algunas condiciones para poder optar a este servicio, está más que visto que esto no garantiza una buena gestión, a la experiencia me remito. De pronto se me ocurre, que por ejemplo que se podría entrar en contacto con alguna escuela de hostelería y tratar de ponerlo a disposición de gente joven formada para esto y con ganas de empezar un negocio, con ayudas si hace falta…
Si hay que ser una ONG, que tenga algo de sentido, y no se derroche dinero con el primero que pase por ahí. Hay que ir a buscar gente y no esperar que venga alguien a solucionarnos la papeleta. Esto es solo un ejemplo, pero hay muchos más. El bar-restaurante de Castelnou parece ser un negocio destinado a una familia, y resulta evidente que si se tiene que contratar a mucha gente, como decía el tio Valero, "la vaca no da para tanto".
Por eso otra opción, quizás no la más aconsejable, sea que la corporación contratase a personal directamente y garantice unos horarios y sueldos, aunque fuera de forma temporal, garantizaría, claro está con la debida supervisión, el correcto funcionamiento.
Aun así, quiero ser optimista, y desear la mejor suerte a las personas que comiencen esta nueva etapa. Quiero pensar que pudiera sonar la flauta y alguien con ganas de trabajar y un poco de don de gentes pudiera hacerse con este contrato en esta ocasión. Ya que no lo he dicho antes, pero el bar de Castelnou siempre ha sido un sitio de vital importancia para todos los que allí han vivido, y cuando el bar funciona el pueblo parece otra cosa.
Respecto al carácter de cuantos hemos pasado por detrás de la barra del bar de Castelnou hay muchas historias. Ha habido varios bares, sin ir más lejos éste se construyó en lo que anteriormente era el Tele-Club de Castelnou.
Todo esto y mucho más será objeto de una ficha temática que pronto podrás ver en Castelnou.log
