"Acelguicas de monte"

BETA MARITIMA, Acelga silvestre

Otra planta silvestre que se cocina en Castelnou como un primer plato, la acelga silvestre o “acelguicas de monte”.
Son muy similares a las acelgas convencionales (Beta vulgaris), las que podemos ver en nuestros huertos en cualquier época del año, siendo el otoño-invierno la mejor temporada para su consumo.
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Las acelgas de monte crecen especialmente en esta temporada en todo tipo de terrenos, ligeramente húmedos y algo salinos. Otros nombres con que se conoce a esta planta son:
Acelga silvestre, acelga marina, acelga bravía, acelgueta de monte o espinaca silvestre.
Se cogen con ayuda de un cuchillo o una azada, o como dice el tio Valero “la jada”.
Una vez limpias, de éstas se consume tanto la hoja como el tallo, al que se le denomina “penca”.
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EN LA COCINA:

Las acelgas de monte se suelen cocinar hervidas, y a diferencia de las del huerto, en Castelnou éstas se cocinan sin patatas, de forma similar a las espinacas, rehogadas con un sofrito de aceite de oliva y ajos, pudiendo también añadir unos trozos de panceta. Su sabor es más parecido al de las espinacas que al de las acelgas.


PROPIEDADES:

La acelga es un alimento muy rico en vitamina A, con un montón de propiedades e indicaciones:

• Anticancerígenas.
• Estrés.
• Diurética, laxante, depurador
• Durante el embarazo: ayuda a la buena formación feto.
• Tiroides: hormonas.
• sistema inmunológico: formación anticuerpos, producción de glóbulos rojos y blancos.
• visión, cabello, uñas, piel, mucosas, huesos, dientes.
• Hígado.
• Bajada de defensas.
• Problemas cardiovasculares y degenerativos.
• Transmisión y generación del impulso nervioso y muscular.
• Hormonas sexuales y suprarrenales.
• Transito intestinal
• Crecimiento de los niños.
• Infecciones respiratorias.

Una ensalada de lechocinos

PLATO TÍPICO DE CASTELNOU

El lechocino o Senecio vulgaris, es una planta de de la familia de las Asteraceae, muy fácil de localizar este territorio.
Monte y huerta están salpicados de esta planta, que una vez espigada tiene una flor amarilla. Es habitual el uso de ésta para la alimentación de casi todos los animales del corral.

En Castelnou podemos ver como crecen los lechocinos en todo tiempo, pero con los fríos del invierno, me decía el otro día el tio Valero, que es ahora, cuando están mucho más tiernos y por eso es más que recomendable su consumo para mesa.
La recogida se hace con ayuda de un cuchillo, el que se hunde en la tierra para cortarlos de raíz. Posteriormente se espolsa la tierra que se queda pegada.

Así se hace una ensalada de lechocinos.
Una vez en casa se limpian, desechando las hojas para dejar sólo los tallos, con una longitud de 5 o 6 cm, dividiéndolos en varios “cogollos”, si son muy gordos.
Bien lavados, "se apañan" con abundante vinagre de vino, aceite y sal. Es interesante dejarlos un rato “apañados”.
Ya tenemos la ensalada de lechocinos preparada. Su sabor puede recordarnos a otros vegetales, como el apio, con toque, en el que la hierba fresca se hace muy presente, y una testura bastante fibrosa.

Propiedades...
Esta planta acelera la menstruación, calmando los dolores que la preceden, gracias al alcaloide senecionina.

Éste es el aspecto que ofrece esta ensalada...