ASOCIACIÓN CULTURAL LA VALERA. CASTELNOU
Son muchas las imágenes que vienen a mi cabeza si me pongo a pensar en la asociación cultural la Valera. De todas ellas, elegiría la que fue portada del programa de Fiestas de Verano el año 1997.
Seis dibujos que ilustraban estas fiestas, a manos de los únicos seis niños y niñas en edad escolar residentes en Castelnou en aquella época. Fotocopiados sobre un acetato y colocados sobre una foto de un trozo de la pared de la peña. Una pared verde llena de desconchones mostrando a través de distintos tonos en verde la pátina y también la historia de esa pared.
Volver la mirada hacia la historia de esta asociación supone recordar una importante época de mi vida.
1. LOS INICIOS
“La Asociación Cultural La Valera se creó a finales de mayo de 1995. Sus objetivos principales eran fomentar la comunicación y la convivencia de todas las personas dentro de nuestra localidad, ofreciendo alternativas de tiempo libre que ayuden a rellenar el vacío de actividades de ocio”.
Muchos fueron los documentos y cartas encabezados por este texto, que hablaba del porqué de esta asociación cultural, creada después de varias reuniones en el salón del piso superior del antiguo tele-club.
Tuve la suerte de presidir aquellas reuniones y, posteriormente, de ser el primer presidente de esta asociación. No en vano, muchos de cuantos han participado en su actividad o simplemente han disfrutado del montón de actividades organizadas, afirman que su creación, provocó un cambio más que sustancial en la vida de esta localidad.
Salón de actos del
antiguo tele-club
|
Recuerdo perfectamente aquellas
largas reuniones, de varias horas, en aquel salón del tele-club. Las sillas con patas de hierro, que habían perdido las
tapas de sus patas y hacían un montón de ruido al arrastrarlas. Un ruido que se
amplificaba violentamente, debido a la reverberación y la pésima acústica de la
sala.
Estábamos aprendiendo a debatir,
y era más que normal que acabáramos hablando varios a la vez. Cuando recuerdo
aquellas reuniones en esas condiciones, no tengo ninguna duda de que le
echábamos ganas.
Fueron muchos los motivos para llegar
a este punto de encuentro. Inicialmente, este movimiento social, estaba apoyado
por los más jóvenes, no sólo de la localidad, ya que también tuvieron mucha
influencia todos cuantos venían de
visita en vacaciones, fiestas o fines de semana.
Pero lo que realmente motivó que
mucha gente acudiera a aquellas primeras reuniones, previas a la creación de la
asociación, fue la propuesta de recuperar las Fiestas de Verano. Unas fiestas
que desde hacía más de diez años se habían dejado de hacer.
Se repetía en muchos foros
aquella cantinela de que “hay que recuperar las fiestas”, y parecía una idea
generalizada pensar que era posible hacer cosas para rellenar con actividades
culturales los ratos de ocio y dar un poco de alegría a un pueblo, cuya mayor
parte de la población era de muy avanzada edad. Seguramente, si juntamos todo esto, ahí encontraríamos las
causas que llevaron a pensar en esta iniciativa.
Castelnou, por aquel entonces,
era un pueblo en el que la única excusa para salir de casa era ir al bar a
tomar algo con los amigos, para posteriormente montarte en un coche e ir a
cualquiera de los pueblos un poco más grandes del entorno.
Un día cercano a la Semana Santa
del año 1995, dando un paseo, pasaba junto al campo de latoneros de Manolo Ibáñez (Manolito).
Después de mantener un buen rato de charla con él, parece que cuajó la idea de que,
definitivamente, teníamos que hacer algo. Días más tarde, en esta ocasión en
las calles del pueblo, frente a “la casa
del Amelio”, recordaba Manolo, pensamos en colocar unos carteles en “la puerta del Amable, la de la Delfina y también en el bar”. Esos
eran los sitios donde se colgaban, habitualmente, los bandos municipales y todo
tipo de anuncios. Desde allí se invitó a todos los interesados a una reunión en
la que fuera posible comentar y charlar sobre la necesidad urgente de hacer algo
que diera salida a estas inquietudes.
Y llegó el día de la primera
reunión: el día 14 de abril de 1995. Se celebraba la festividad de Viernes Santo.
Después de colgar los carteles y dar voces por diferentes casas, el salón de
actos del tele-club se llenó de gente
de todas las edades, con una idea en común: “había que hacer algo” para cambiar
ese vacío de actividades y por supuesto recuperar las Fiestas de Verano. Un
montón de propuestas surgieron tras una tormenta de ideas, como la creación de
exposiciones, hacer cursos o talleres de
manualidades; y una de las que más se repetía era “plantar pinos”, como
propuesta de reforestación, además también se propuso investigar en la historia
de la localidad, hacer un mercado medieval…
Tras el primer éxito de convocatoria se sucedieron unas
cuantas reuniones más, hasta dar con la fórmula de trabajo, que finalmente fue la
creación de una asociación cultural. Crear una entidad legal, con unas normas
básicas definidas, y como es habitual con sus propios Estatutos. Además, esta situación, permitiría solicitar subvenciones que
ayudarían a una financiación que básicamente se compondría de donaciones y la
cuota de socios.
Aquella asociación podría hacer
las veces de una Comisión de Fiestas y también resultaba válida para llevar
adelante el resto de propuestas.
Dos meses más tarde se firmaban
el acta de Constitución y los Estatutos. Fue un domingo 14 de mayo, con fecha del lunes 15,
cuando se mandaron al registro.
>> ESTATUTOS FUNDACIONALES
>> RESPUESTA DEL REGISTRO
>> ESTATUTOS FUNDACIONALES
>> RESPUESTA DEL REGISTRO
Esta fue la relación de cargos de
la Junta directiva constituyente:
PRESIDENTE: José
Ángel Guimerá
VICEPRESIDENTE:
Manuel Ibáñez
SECRETARIA
GENERAL: Amparo Claver
TESORERA: Mercedes
Ibáñez
El nombre de una campana, la
Valera, se convertiría en el símbolo y denominó este proyecto asociativo a
propuesta del entonces párroco, Carlos Bravo. La Valera es también el nombre de
la campana de la iglesia de la localidad.
Se acababa de fundar una nueva
institución, por lo que había que crear una imagen que siempre todo el mundo
identificara con la asociación. Lo primero que se hizo fue el sello, que a
partir de entonces siempre estaría presente en todos los papeles y publicaciones.
Se trataba de la firma de la asociación.
Las palabras ASOCIACIÓN CULTURAL
eran el yugo de la Campana. Su nombre LA VALERA formaba el anillo sonoro.
Las palabras Castelnou (Teruel) simulaban “los tañidos”, que parecían salir de la boca de esta campana.
Un dato curioso es que lo que más
veía la gente en este dibujo era “una pera”. Había que explicarlo. Posteriormente
se pensó en el diseño de un logo que fuera menos serio y diera otra imagen a
esta asociación, cuando ya contaba con un año de existencia.
Diseño del logo (año
1996)
|
Un boceto hecho con lápiz, dibujado
a partir de los reflejos en una campana,
sería la portada del primer programa de fiestas en el año 1995. De ahí, se pasaría
al logo de la asociación sobre un fondo dorado en 1996. Se hicieron pins, mecheros y también se imprimía en
camisetas, para darlo a conocer a todo el mundo.
La Valera se reafirmaba como uno
de los iconos más importantes de esta población. A modo de presentación, el programa
de fiestas de verano de 1995 contenía un texto escrito por Manuel Ibáñez. Era
toda una declaración de intenciones:
“LA VALERA, así se llama nuestra
campana,
así se quiso que también se
llamara nuestra asociación.
La campana está siempre en lo
alto,
desde allí ve, es vista y oída,
bien se toque, repique o sea bandeada,
llega a todos los nacidos y
amigos del pueblo,
estén o no estén en el lugar.
¿Quién de nosotros lejos de
nuestra villa,
no tiene grabado en la memoria el
sonar y tono de la Valera?
Es la megafonía ancestral que
siempre ha servido para
comunicar, reunirse, celebrar,
etc…
¡Ojalá! nuestra asociación, y
depende de todos nosotros,
sirva como la Valera para lo
mismo:
COMUNICARSE
REUNIRSE
COLABORAR
UN SONAR CLARO
UN TONO LIMPIO
QUE VEA, SEA VISTA Y
OIDA”
Es para mí una satisfacción ver
como todas estas esperanzas puestas en los inicios del proceso fueron más que
cumplidas, e incluso superadas.
Nuestra asociación contaba con sólo dos precedentes en el pueblo,
aunque ninguna de estas era similar.
La primera asociación de tipo
cultural, al igual que en muchas localidades españolas, fue el tele-club. Este edificio, como ya se ha
dicho, albergó las primeras reuniones hasta que el ayuntamiento cedió la que fue
nuestra primera sede social. Se trataba de un local, situado entonces sobre el
consultorio médico, y que, ahora, está sobre la tienda. Este era uno de los
requisitos estatutarios para la constitución, ya que resultaba necesario tener
una sede social. Tras la petición formal al consistorio, estos nos respondían un 17 de mayo, cediéndonos el local donde actualmente se encuentra la
biblioteca y un espacio colectivo para
Internet.
Según podemos leer en los Estatutos del tele-club (un modelo estándar) el
objeto de este mismo era “fomentar en general la cultura y la convivencia
social de los vecinos de la localidad…”. La Valera acabó teniendo, como ya
dije, unos fines muy similares.
El otro antecedente fue la
extinta Comisión de Fiestas, que se había disuelto diez años atrás, con la
desaparición de las Fiestas de Verano.
>> UN VÍDEO DE LA ANTIGUA COMISIÓN DE FIESTAS
>> UNAS FOTOS DE LAS ANTIGUAS FIESTAS
Quizás esta última tuviera todavía más puntos en común con la Valera, ya que compartían uno de sus principales objetivos: organizar las fiestas. Además, también tenían en común que ambas estaban impulsadas por la gente joven. Como veremos más adelante, también contaron con el rechazo de la corporación municipal y un sector de la gente. Ambas se financiaban, principalmente, pidiendo donaciones particulares a vecinos y veraneantes.
>> UN VÍDEO DE LA ANTIGUA COMISIÓN DE FIESTAS
>> UNAS FOTOS DE LAS ANTIGUAS FIESTAS
Quizás esta última tuviera todavía más puntos en común con la Valera, ya que compartían uno de sus principales objetivos: organizar las fiestas. Además, también tenían en común que ambas estaban impulsadas por la gente joven. Como veremos más adelante, también contaron con el rechazo de la corporación municipal y un sector de la gente. Ambas se financiaban, principalmente, pidiendo donaciones particulares a vecinos y veraneantes.
Podemos decir que nuestra
asociación heredó un modelo administrativo similar al que tenía tele-club, copiado, a su vez, de otra
asociación, en este caso de la localidad cercana de Albalate del Arzobispo, conocida
como Asociación Cultual Centro Joven. La experiencia en organizar fiestas la
heredamos de la anterior Comisión de Festejos, de la que Amparo Claver,
Mercedes Ibáñez y Manolo Ibáñez formaron parte, y ahora, además, estaban en la
Junta de la Valera.
Lo primero que hicimos fue recopilar
los datos de cuantos tuvieran alguna relación con la localidad y nos pusimos en
contacto con ellos, llegando en pocos años a superar los doscientos socios, que
eran, en ese momento, más del doble de la población real de Castelnou.
Como la totalidad de actividades
que se programaban era muy diversa, se creaba una estructura de cinco talleres
que deberían estar tutelados por cinco responsables.
TALLER DE
ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL
TALLER DE
MEDIO AMBIENTE
AULA DE CURSOS
TALLER DE
DEPORTES
TALLER DE INVESTIGACIÓN
Así el taller de Animación Sociocultural
se encargaría principalmente de la organización del grueso de las fiestas,
excursiones, cine…
El segundo de los talleres con
más actividad fue el taller de Medio Ambiente. Desde allí se organizarían todas
las jornadas de Medio Ambiente, cuyo proyecto inicial fue la creación de un
Cinturón Verde que rodeara la localidad. Se pusieron en marcha campañas de
reforestación con planta autóctona, en las laderas que rodean al pueblo
colocando riego a goteo.
El tercer taller se llamó Aula de
Cursos. Desde aquí se pretendía organizar charlas y cursos.
El cuarto fue el taller de Deportes,
que organizaría todo tipo de competiciones deportivas.
Y por último también se creó el
de Investigación, desde el que se intentaría recopilar todo lo que concierne a
la historia de la localidad, fotos, vídeos, textos, nombres de partidas del
municipio, dichos y vocablos locales…
2. LA
ACTIVIDAD
En agosto de 1995 la Valera
cosechaba sus primeros frutos. Los días 11, 12 y 13 se organizaban las primeras
Fiestas de Verano.
Periódico La
COMARCA (del 18 al 24 de agosto de 1995)
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De mayo a agosto queda poco tiempo
para dormirse en los laureles. Como todo se debatía, se organizaron un montón
de reuniones para repartir responsabilidades y realizar la programación. Un
dato curioso es que para tener el máximo de
participación, esperamos hasta el último día antes de las fiestas para
hacer la última reunión donde, por ejemplo, se ponían los precios de la barra
de bar instalada en el cobertizo, en una
esquina de la plaza Mayor.
La Barra (año 1995)
|
En todas estas reuniones previas tomamos la decisión de que las Fiestas de Verano no se hicieran siempre en la misma fecha. Unas fiestas desvinculadas de tradiciones religiosas. Esto permitiría que siempre tuvieran lugar el segundo fin de semana de agosto.
>> EJEMPLOS DE CARTAS O PETICIONES
¡No cubríamos gastos!..., pero
pensábamos que los beneficios de la barra del bar darían para pagar la verbena,
también los gastos de las comidas y los materiales para los distintos juegos. ¡Qué
nervios! Los esfuerzos merecieron la pena. La buena acogida de todas las
actividades, a lo largo de los días de fiesta, supondría algo más que un
aprobado. Además de unos generosos beneficios de barra, las donaciones
particulares se multiplicaron durante esos mismos días y los inmediatamente
posteriores. Una situación que nos permitiría, pagar los gastos de aquellos
días, y empezar a contar con un pequeño colchón económico que nos haría posible
afrontar modestamente otras actividades.
Otro hecho a resaltar fue la
implicación de casi todo el mundo en las actividades, bien fuera organizando o
echando una mano en cualquier cosa, y, cómo no, participando. Una de las cosas
que más impresionaba a los visitantes de otros pueblos del entorno, era que
llegaba la hora de recoger la plaza y se repartían escobas. Eran muchos los que
en poco tiempo eran capaces de dejar la plaza como si no hubiera sucedido nada.
Barriendo en la
plaza (año 1996)
|
Las Fiestas de Verano eran los
días que habitualmente constituían el grueso de actividades programadas para
cada año. Comenzamos recuperando tres días de fiestas, que año tras año se iban
cargando de actividades, hasta que el año 2002 pasamos a realizar toda una
Semana Cultural.
Hagamos un recorrido por estas fiestas:
El primer año de fiestas, la
mayor parte de actividades fueron del tipo juegos o concursos, como carreras de
sacos, yincanas, cucañas, juegos tradicionales…
Carreras de sacos
(año 1995), cucañas y juegos tradicionales (año 1996)
|
El año 1996 comenzábamos a tener
una agenda más apretada. Pero sin duda lo que más recordaré es que, sólo un día
antes de que empezaran las fiestas, se recibían los programas, los pins, los mecheros y unas camisetas que
todo el mundo compró. Se trataba de un fotograma de película con una imagen de
Castelnou en formato panorámico, con dos franjas negras.Como si se tratara de
una pantalla de televisión, en la banda inferior había un subtítulo que decía: “-
Castelnou, ¿seguro que es Teruel?, - pues claro”
Primeras camisetas
de la Valera (año 1996)
|
Sólo un día de verbena en la
plaza, gratis para todos los asistentes y por supuesto las chocolatadas y
comidas pertinentes. El aspecto más cultural, que desde su inicio contó con
gran participación de público de todas las edades y gran colaboración, fue
nuestra primera exposición.
El taller de Investigación se
estrenaba con expo-foto antigua. Una
colección de fotografías de todos los tiempos de la localidad se colgaban en
las paredes del local que hoy es la biblioteca.
El pistoletazo de salida de las
fiestas ha sido, casi todos los años, la
Mojada. Todos los jóvenes, cubos en mano, se acercan al abrevador, donde comienza esta batalla de agua. Todo el mundo
que pasa por allí acaba achopado. La
primera Mojada tenía lugar el año
1995, totalmente improvisada y fuera de programa. Tras su éxito, se incluyó por
primera vez en la programación de fiestas en el año 1996.
MOJADA (año 1995)
|
Al terminar la Mojada, todos se iban a cambiar de ropa a casa. Aquel año,
cuando de nuevo bajaban a la plaza, llevaban esta camiseta, que prácticamente
se convirtió en el uniforme de fiestas. Llegar a la plaza y ver a todo el mundo
con ella es una de las imágenes más satisfactorias que recuerdo. Era una
especie de reconocimiento popular al esfuerzo de aquellos meses de trabajo.
Todo el mundo que vestía esa camiseta y había comprado el pin con el nuevo
logo, parecía respaldarlo.
Años más tarde, se haría un
concurso de camisetas que ganaría el dibujo de una campana a manos de Kiko
Martín.
Ficha ganadora del concurso (año 1997)
|
Pero todavía se han hecho más
camisetas. El año 2004 se hacía una camiseta con un diseño “sesentero”. Su
diseñadora fue Patricia Anadón. Finalmente, el pasado año 2011, se hacía el
diseño de otra camiseta, con el logo ganador del concurso del II Mercado
Medieval de Castenou. La ganadora de ese concurso fue Laia Fernández.
El año 1996 se hacía por primera
vez el concurso de tortillas y se recuperaba el torneo de fútbol “solteros
contra casados”. También se harían los primeros fuegos artificiales.
Aquel segundo año de fiestas, le
tocaba el turno a la exposición de objetos antiguos, que llenaron el salón de
arriba del tele-club. Además de ser
otro ejemplo de colaboración, fue una de las exposiciones que más recuerda la
gente de aquellos primeros años. Todos los jóvenes, tal como iban llegando al
pueblo, se apuntaban a “restaurar” y limpiar todos aquellos objetos que los
vecinos más mayores del pueblo nos prestaban para exponerlos. En las paredes de la entrada de la exposición
se colgaron las fotografías expuestas y recopiladas el año anterior, ampliadas
a tamaño DIN A4. Recuerdo como
lloraban algunos de los visitantes más mayores, al reconocer a personas que tan
apenas se distinguían en las fotos originales, debido a que eran muy pequeñas.
Todas estas fotografías, y algunas otras, constituyen el inicio del Archivo Fotográfico
de la Valera.
EXPO VERANO LA
VALERA (año 1996)
|
Un detalle más a recordar de esta
exposición. Como no podíamos sacar el escenario que había siempre en la sala,
lo transformamos en estantería, levantándolo sobre la pared del fondo. Allí
colocamos la mayor parte de los pequeños objetos.
Este segundo año la asociación
llegaba a un nivel de actividades que se mantendría hasta el año 2002, cuando
se haría la primera Semana Cultural.
DESCÁRGATE LOS PROGRAMAS DE FIESTAS DE VERANO
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 1998
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 1999
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 2000
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 2001
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 2002
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 2003
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 2004
>> PROGRAMA DE FIESTAS DE VERANO 2005
Como complemento, en el terreno
más cultural, se realizaron las siguientes exposiciones. En el año 1997 se
exponían cuadros de autores locales. En el año 1999 tenía lugar una dedicada a
las fotos de boda, tocándole el turno a las fotos de comunión en el año 2002.
Exposición de
pintores locales “TU PINTAS EN LA
VALERA” (año 1997)
|
Mucha gente recuerda también los
homenajes a diferentes personas, por su
avanzada edad o a diferentes parejas que llevaban “toda una vida juntos”. Fueron
actos, casi siempre acompañados por jotas en la plaza, que destacaron desde el
punto de vista emotivo.
Sin duda, realizar toda una
semana de actividades supuso un salto importante y un extra de esfuerzo para la
organización. Pero también es cierto que gracias a ello la Valera adquiría toda
una nueva carga cultural que aportaba buenas dosis de valor añadido, y daba una
razón especial más para acudir cada año
en verano a Castelnou. Los motivos fueron muy variados. Así en el año 2002 se
realizaba la primera Semana Cultural, dedicada a Oficios Perdidos. Se nos
invitaba a aprender a elaborar cañizos, pan y repostería de manera artesanal.
Un horno de leña instalado por el ayuntamiento al final de la Canal, permitió que las mujeres más veteranas de la localidad y Fernando
Espinosa, uno de los panaderos que traían el pan, en este caso de Híjar, nos mostrarían
como hacer pan, madalenas…
Taller de
elaboración de pan en horno de leña (año 2002)
|
Al año siguiente le tocaba el
turno al aceite de oliva. Aprendimos las propiedades de este producto.
Colaboraban con nosotros el Panel de Catadores de Aceite de Oliva de Cataluña y
la Denominación de Origen de Aceite del Bajo Aragón.
CHARLA: "El
Aceite de Oliva Virgen Extra”
|
Por su parte, las mujeres de la
localidad organizaron un taller de elaboración de jabones de aceite, también de
manera artesanal. En 2003 la Valera llegaba a Internet con la creación de la
página www.lavalera.net. Allí podías ver
nuestra historia y las últimas noticias. Actualmente podemos seguir estas
informaciones en http://lavalera.over-blog.es/.
En el año 2004 en Castelnou se recordaba
la década de los 60. Este fue el motivo de nuestra tercera semana cultural. Un
montón de películas de aquella época se proyectaban en una semana en la que
tampoco faltó la música, guateques, taller de camisetas sixties y un memorable baile de disfraces. Llamamos a este fenómeno “LA
INVASIÓN YE-YE”
PORTADA Y
CONTRAPORTADA DEL PROGRAMA DE BOLSILLO (semana cultural 2004)
|
Otro hito en la historia de esta
asociación fue la celebración de nuestro décimo aniversario. Para festejar este
acontecimiento se decidió hacer toda una semana dedicada al asociacionismo que
se llamaría Festival Mundo Asociativo.
POSTER DEL FESTIVAL
(año 2005)
|
Un festival que con sólo una
edición, destacó por su éxito de participación. Allí se dieron cita una decena
de asociaciones. Nos presentaban sus actividades y nos enseñaban diferentes
muestras de ellas. Una semana repleta de charlas y actividades varias.
Fueron días muy especiales. Nunca
olvidaré el día que se dedicó a la asociación de la Ruta del Tambor y el Bombo.
El jueves 10 de Agosto de 2005, un buen número de miembros de la Ruta,
procedentes de todos los pueblos que están en esta organización, se juntaban en
la plaza Mayor de Castelnou y hacían una demostración de “Romper la Hora” en la
plaza. Eso sí, en Agosto y todos vestidos con el traje típico de cada pueblo. Desde
luego no se trataba de la típica hora, ya que eran las nueve y media de la
tarde. Con todo, y siendo conocido, este espectáculo nos sorprendió a todos.
Nadie esperaba la presencia de tantos tambores y bombos. Hasta el tiempo
pareció ponerse de acuerdo con la organización, pues se nubló y levantó un poco
de viento, lo que hizo que la actividad y portar aquellas ropas fueran más llevaderas.
Al finalizar esta exhibición se improvisaba una “procesión” hasta el pabellón,
donde esperaba un ágape para todos. Castelnou es un pueblo pequeño muy cercano a la Ruta, pero que no
está dentro de ella, por esta razón todos hemos admirado siempre esta
representación, que se da en los pueblos del entorno y nunca antes imaginamos la
posibilidad de tenerla en nuestras propias calles.
Este festival tendría varias
consecuencias. En primer lugar, se firmaba un manifiesto a manos de las
asociaciones que participaban, con el que se pretendía fomentar la colaboración
entre las mismas. También se forjó un proyecto que se llevaría a cabo entre la Valera y las asociaciones, Artistas Plásticos Goya Aragón y Artimagen. Fruto del cual, en septiembre de ese
mismo año, se organizaba el Festival de Artes Plásticas Territorioarte.
Cartel y publicación en el Periódico de Aragón (8 de
septiembre de 2005)
|
Un total de 43 artistas de
diferentes partes del mundo, mostraban en Castelnou sus obras desde el día 10,
hasta el 25 de septiembre de 2005.
También aquel verano se creaba la asociación de
mujeres el Molino. Amparo Claver y
Mercedes Ibáñez habían sido dos de las socias más
activas dentro de la Valera, formando parte de ésta y su Junta Directiva desde
su inicio. Ahora, se embarcaban en el nuevo reto de crear otra asociación que
reuniría a todas las mujeres de la localidad y a su poder creativo. Fue todo un
éxito y nacía, en buena medida, animada por el entusiasmo generado en torno al
mundo de las asociaciones. La asociación de mujeres, o las Amas, también se les suele llamar así, tomó el testigo de
muchas actividades hasta entonces organizadas por la Valera. Como principal
novedad instauraron la costumbre de hacer carrozas en las fiestas todos los
veranos.
Desde aquel año, la Valera dejó
de ser quien organizara las fiestas, para ser una de las dos asociaciones que
colaboraba en el desarrollo de las mismas. Sería a partir de este momento el
ayuntamiento quien encabezaría la organización y administraría la mayor parte
del gasto. Esta parecía ser la mejor forma de que se garantizara la permanencia
de muchas de estas actividades, independientemente de las posibilidades
económicas de una asociación como la nuestra. El principal motivo fue que el
ayuntamiento, desde aquel año, contaría con una partida económica segura para
desarrollar todas estas actividades. Desde este momento ya no sería necesario
pedir dinero a los vecinos como medio de ingresos.
Para algunos de nosotros supuso
un relevo en las tareas organizativas, principalmente para los que habíamos
estado más implicados durante los últimos años.
>> LA VALERA Y CASTELNOU EN FIESTAS (fotos en el canal de flickr)
El color de la campana de nuestro
logo es el verde. No es ninguna casualidad, también lo era la primera tinta en
la que se mojaba el sello para acuñar en papel reciclado, siempre que se
pudiera.
CARTEL DE LAS
PRIMERAS JORNADAS DE MEDIO AMBIENTE (añ0 1995)
La primera Plantada
|
El Medio Ambiente siempre ha sido
una de las preocupaciones de un buen número de nuestros socios. Por ese motivo
se han programando unas cuantas Jornadas
de Medio Ambiente, las que solíamos llamar “el día de la Plantada”.
Fotos de las Plantadas años 2000 y 2003
|
El primer año se plantó el Barrio
Alto. Poco después se nos ocurrió plantar en todas las laderas de los montes
que rodean al pueblo. Así, si contábamos con la vegetación del río,
conseguiríamos lo que llamamos un Cinturón
Verde en torno al casco urbano. Todavía quedan algunos trozos, pero podemos
decir que se ha avanzado bastante en este proyecto.
>> FOTOS DE LA PLANTADA DE 2003
>> FOTOS DE LA PLANTADA DE 2005
>> FOTOS DE LA PLANTADA DE 2003
>> FOTOS DE LA PLANTADA DE 2005
No solo se han hecho plantaciones. Un año se limpió de
basuras la rivera del río. En todas las laderas que se han plantado se ha
seguido un mismo proceso: primero se suelen limpiar y después se instala riego
a goteo, para garantizar así su crecimiento.
Folleto y fotos de
ecotubos (mayo de 1998)
|
La primavera del año 1998 nos
adentramos en el monte para colocar ecotubos.
Tubos elaborados con un material de
fácil descomposición, que favorecería el crecimiento de pequeños árboles
silvestres, aportando protección, captando y conservando la humedad. Se habían
sufrido unos años de gran sequía, y convenía ser precavidos.
Las jornadas de Medio Ambiente siempre suelen estar arropadas con charlas y meriendas. Los últimos años destacan por la participación infantil.
Detalle de la
Plantada 2011
|
3. EVOLUCIÓN
Como hemos visto, a lo largo de todo este tiempo, la Valera ha organizado un montón de actividades. Una de las premisas de esta asociación siempre fue, que la participación de todo el mundo era algo fundamental a la hora de tomar decisiones. Solíamos pensar que la gente implicada y concienciada, dando ideas o colaborando en todo esto, termina por hacerlo más suyo. Se potencia así esa identidad con una o varias iniciativas, lo que sin duda contribuye a la búsqueda de un bien general.
Como hemos visto, a lo largo de todo este tiempo, la Valera ha organizado un montón de actividades. Una de las premisas de esta asociación siempre fue, que la participación de todo el mundo era algo fundamental a la hora de tomar decisiones. Solíamos pensar que la gente implicada y concienciada, dando ideas o colaborando en todo esto, termina por hacerlo más suyo. Se potencia así esa identidad con una o varias iniciativas, lo que sin duda contribuye a la búsqueda de un bien general.
Si ponemos nuestra mirada sobre
las Fiestas de Verano, podemos ver que desde el primer momento no ha faltado gente
para servir en las barras.Tampoco para organizar los juegos tradicionales,
montar las cucañas, preparar comidas…
"CURRANDO EN FIESTAS" |
Son muchas las cosas que en este momento se nos dan hechas. Ahora el ayuntamiento cuenta con operarios que limpian, montan y desmontan los escenarios. En muchos casos hemos ganado en seguridad.
Todavía recuerdo que, durante
muchos años, esperábamos que llegara la cocinera, al que siempre traía discos y
ponía la música, o aquel socio electricista, que asumiendo un buen riesgo,
conectaba a una caja de la red de alumbrado la manguera eléctrica que
alimentaba a la verbena. Ahora es tan sencillo como enchufar en el generador o
en un cuadro, previamente instalado. También recuerdo que algunos de nosotros
éramos los que lanzaban los fuegos artificiales…
Entrar en detalle sobre las
colaboraciones personales sería interminable. Ahora mismo el Ayuntamiento
dispone de más dinero que cuando empezamos. Se contratan más actuaciones
preparadas. Todo esto hace que aquella participación inicial, sin la que era
imposible hacer nada, ahora ya no sea necesaria. Somos muchos los que nos preguntamos
si la asociación sirve para lo mismo que en sus orígenes. En mi opinión, la
Valera ha cambiado sus objetivos. Esto no quiere decir que no sea necesaria,
pero ese papel imprescindible, bajo el que le tocó nacer, ya no lo juega en el
presente.
Una asociación es una herramienta,
o un instrumento, para captar la voluntad de cuantos participan de esta. Su
principal finalidad es desarrollar procesos que faciliten que todas estas
voluntades se realicen en la medida de lo posible. Además, una asociación puede
ser un arma para modificar o cumplimentar lo que se hace desde otras
instituciones. En el caso de Castelnou, durante bastante tiempo, fue este
aspecto el que marcó la relación de la asociación con el ayuntamiento. Por eso
es importante recalcar su carácter independiente. Son muchas las situaciones en
que las voluntades de las instituciones clásicas (entiéndase oficiales) no coinciden
con las de las asociaciones. Por eso muchas de éstas tienen un tono
reivindicativo.
4. UNA PEÑA COMO JUNTA DIRECTIVA
4. UNA PEÑA COMO JUNTA DIRECTIVA
Si de nuevo nos transportamos al
principio de esta historia, vemos como una pared verde, afectada por el paso
del tiempo, era una de las imágenes recurrentes que acuden a mi mente si pienso
en nuestra asociación. Quizás así era como yo veía Castelnou.
La Peña no era sólo un edificio, éramos un grupo de jóvenes, que nos juntábamos en aquella casa vieja para compartir conversación, tomar algún café, cervezas…
La Peña no era sólo un edificio, éramos un grupo de jóvenes, que nos juntábamos en aquella casa vieja para compartir conversación, tomar algún café, cervezas…
Entre aquellas paredes verdes se
forjaron la mayor parte de ideas que luego se harían realidad en la Valera. Muy
pronto dejamos de ir al local de la asociación. Incluso cuando nos reuníamos
allí, antes de la reunión, lo hablábamos todo en la Peña y era allí mismo donde se terminaban, en
muchos casos, aquellas reuniones.
La asociación hizo que un grupo
de personas, que en su mayoría teníamos una estricta relación de vecinos del
mismo pueblo, pasáramos a ser como se suele decir “carne y uña”.
Nuestro sitio de encuentro fue la
Peña. Al igual que la asociación
cambiaba la realidad del pueblo, nosotros transformábamos aquellas paredes y
aquellas estancias adaptándolas a nuestras necesidades. Pasamos de tener una
habitación con sillas y una estufa, a tener muchas de las comodidades de una
casa, pero sin llegar a parecerlo.
Al grupo de gente de la peña nos
unía también otra razón. En el inicio de nuestra actividad, había otro grupo de
gente del mismo pueblo que, por sistema, estaba en contra de todo lo que
hacíamos o planteábamos. Tampoco entonces contábamos con el beneplácito del
ayuntamiento, que nunca se negaba a nuestras peticiones, pero siempre nos ponía
problemas para todo. Parte de sus miembros estaban manifiestamente en contra de
cuanto hacíamos. Estos hechos nos hicieron estar todavía más unidos. La Valera,
como todas las asociaciones, contaba con una Junta Directiva compuesta por
cinco personas. Pero en realidad, en aquella Junta, éramos todos miembros de la
Peña. Otra de las características de aquella peña es que juntaba a varias
generaciones, siempre estaba abierta a que cualquier visitante entrara en ella.
Y a todo aquel que permaneciera un tiempo en el pueblo, rápidamente era
invitado a formar parte de la misma.
Recuerdo que muchas veces, en las
conversaciones que se planteaban, muchos
de nosotros decíamos “no confundas la Asociación con la Peña”. Era fácil confundirse,
ya que lo único que las separaba eran los recursos propios de una o de otra.
También somos muchos los que pensamos que la Valera comenzó a cambiar y a
convertirse en que es ahora, cuando se disolvía la peña.
La Valera, como otras
asociaciones, ha evolucionado, adaptándose a la realidad del lugar donde se
encuentra.
Este era un mensaje de Amparo Claver, cuando se cumplían 15 años de historia de esta Asociación:
!Hola soy mercedes!,fuy socia y colaboradora en todo lo que pude y mas,trabajamos con ganas y mucha ilusion en lo que haciamos.Las criticas si son construtivas, siempre son buenas,y si son negativas, hay que aprender a rectifcar.Me da tristeza ver en lo que se esta convirtiendo la valera ultimamente,pues no es esa asociacion que lucho por la colaboracion y comunicacion de todos socios y no socios.Para mi se la esta llevando a ser algo privado,y no respetando los estatutos.
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